Los activistas en Cataluña están celebrando después de que el gobierno de la región informara a los ayuntamientos que deben permitir a las mujeres hacer topless en las piscinas públicas.
El topless está protegido por una ley catalana de igualdad desde 2020.
Sin embargo, algunas piscinas municipales han estado prohibiendo esta práctica a pesar de la legislación, lo que ha generado numerosas quejas cada verano.
Ahora se ha instado a las autoridades locales a prohibir cualquier forma de discriminación.
El departamento de Igualdad y Feminismo del gobierno catalán les envió una carta informándoles que impedir a las mujeres hacer topless «excluye a una parte de la población y vulnera la libre elección de cada persona respecto a su cuerpo».
El documento establece que las autoridades locales deben «defenderse contra la discriminación por cualquier motivo… incluyendo el sexo o género, las creencias religiosas o la vestimenta».
Además, se especifica que la lactancia materna debe ser permitida, al igual que el uso de trajes de baño de cuerpo entero, incluyendo el «burkini» musulmán.
Un portavoz del departamento catalán de Igualdad dijo a los medios de comunicación que la carta era simplemente «un recordatorio», pero que los municipios estaban obligados a acatarla.
El gobierno regional, liderado por el partido independentista Izquierda Republicana Catalana (ERC), tiene la facultad de multar a los ayuntamientos que no cumplan con la norma, con una sanción de hasta 500.000 euros (430.000 libras).
Muchas de las denuncias presentadas contra los ayuntamientos que han prohibido el topless han sido presentadas por miembros del grupo feminista llamado Mugrons Lliures (Pezones Libres).
«Se trata de una cuestión de igualdad de género: los hombres podían hacer topless y las mujeres no», dijo Mariona Trabal, portavoz del grupo.
«No sabemos por qué ha tardado tanto, pero estamos muy contentas», añadió refiriéndose a la carta.
El tema del topless también ha sido polémico fuera de las piscinas españolas.
El sábado pasado, durante un evento del Orgullo en la ciudad sureña de Murcia, la cantante Rocío Saiz fue cubierta con una bandera LGBTQ después de subir al escenario en topless. Después de su actuación, afirmó que había sido interrogada por la policía local.