En cualquier época del año apetecen, pero ahora que vuelve el buen tiempo, mucho más. El nivel de los helados ha crecido exponencialmente en Barcelona, y ahora, por suerte, la oferta es amplia, de calidad y, por supuesto, deliciosa. Dicen que un helado de buena calidad es aquel que no provoca sed. Compruébalo tu misma, toma nota y ve a probar los mejores helados de la ciudad.
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Anita Gelato, paseo helado por Gràcia
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Recién llegado a la ciudad y ubicada en el corazón de Gràcia, esta heladería es una de las mejores formas de darle a tu cuerpo ese capricho que se merece. Cualquiera de sus helados es un placer, pero si tuviéramos que llevarnos solo uno a una isla desierta quizá sería el de galleta wafer. O quizá el de pistacho. O el de pretzel salado.
Plaça de la Vila de Gràcia, 15
Badiani, el mejor helado de Florencia
Badiani, una de las heladerías legendarias de Italia (la mejor de Florencia, dicen), abre su primera tienda en Barcelona para vender helados que envuelven.Leche, huevos y azúcar. La mezcla que usaría un niño sin nociones de cocina para preparar un pastel es la fórmula mágica que en manos de un heladero mago sirve para convertirse en el mejor helado artesanal del mundo. En 2015 Paolo Pomposi, con un nombre tan adecuado, creó este sabor, el «Buontalenti», también de nombre adecuado, para ganar un premio mundial con solo tres ingredientes. Y si este tan sencillo ganó un premio mundial, imagínate los demás sabores. 
Carrer de Roselló, 232
DelaCrem, los helados de las colas kilométricas
No nos atreveríamos a decir que es la mejor heladería de Barcelona porque hay mucho nivel, pero lo que sí es cierto es que nunca hemos visto cosa igual en términos de cola. Ir a Delacrem en verano supone hacer cola. La espera no suele ser muy larga y obviamente merece la pena. Una prueba de calidad: si el helado de pistacho no es verde radiactivo, entonces es bueno.
Carrer d’Enric Granados, 15 | Passeig de Sant Joan, 59
Oggi, la tradición italiana
El acrónimo Oggi responde a Officina Gelato Gusto Italiano y no falta a la pasión del país mediterráneo por este producto. Y como no podía ser de otra forma, los sabores apuestan por la tradición clásica de heladería italiana: nocciola, gianduia, crema de mascarpone, tiramisú, pistacho de Bronte o ricota con chocolate y naranja.
Carrer Comtal, 15 | Carrer de Joaquín Costa, 18
Gelaaati di Marco, el oasis dulce del barrio Gótico
En el barrio Gótico es fácil encontrar ríos de gente circulando por sus calles, pero menos habitual encontrar colas que las colapsan. En los alrederedores de la plaza Sant Jaume una heladería rompe la norma, ofreciendo un producto de calidad en una zona donde este escasea, y acumula gente a sus puertas. Marco fabrica hace años unos helados deliciosos, donde predomina el dulce intenso y combinaciones sorprendentes. Lo dicho, un oasis dulce y de calidad en pleno barrio Gótico.
Carrer de la Llibreteria, 7
Paral·lelo, helados de temporada
Los helados de Paral·lelo son artesanos, de temporada y kilómetro cero. Esto quiere decir que no será posible tomarse un helado de fresa en invierno, pero no te faltarán alternativas. Su carta va variando pero allí hemos visto cosas como sus helados de cheddar ahumado con bacon crujiente, de parmesano con vinagre de Módena, de roquefort francés o de aguacate y tomate con albahaca.
Carrer de Sèneca, 18
Rocambolesc, los postres del mejor pastelero del mundo
Rocambolesc, de la que ya os hablamos en este artículo, es obra de Jordi Roca, el menor de los hermanos, que intentó recuperar el carrito de postres de El Celler de Can Roca. A Jordi le hubiera gustado sacar su carrito a la calle para vender de forma ambulante sus prestigiosos helados, pero la normativa municipal no lo permitía, así que montó un negocio pegado al Liceu de Barcelona que, con una barra que se abre a la Rambla, es lo más parecido a un food truck helado que podemos encontrar en la ciudad.
La Rambla, 51-59
Kurimu
Esta heladería es de los dueños de la mítica pastelería japonesa Takashi Ochiai, un templo del dulce situado en el barrio del Eixample. Su propuesta de helados es singular porque combinan tradición japonesa con gelateria italiana. Un delicatessen en el que puedes catar propuestas como la de sésamo negro, yogur con wasabi o el clásico de té matcha.
Comte d’Urgell, 110
Natas, helados entre libros
En pleno centro del Raval y prácticamente dentro de la librería de La Central, Natas ofrece una experiencia, además de helados riquísimos. Y es que la estética de su local, en tonos pastel, solo nos invita a una cosa: relajarnos rechupeteando una y otra vez el helado. Ofrecen sabores atípicos como el de azahar, almendra o naranja.
Carrer Elisabets, 6
Gocce di Latte, en busca del sabor más atrevido
Mediante procesos artesanales, este templo del helado ofrece auténticas maravillas como el de cúrcuma, mandarina y romero, o el de cardamomo y dátiles. Una propuesta para los más atrevidos, ya que se sale de los sabores más convencionales.
Pla de Palau, 4
Bodevici, el helado ecológico
En pleno barrio de Gràcia, esta heladería ofrece helados artesanales, ecológicos y veganos. Una apuesta de ingredientes Km0 como fresas del Maresme, avellanas de Reus o leche de cabras catalanas.
Torrijos, 21
Lucciano’s, los mejores helados argentinos
La tienda que Lucciano’s ha abierto en Barcelona tiene aspecto de nave espacial.
La heladería Lucciano’s abrió hace poco su primera tienda en Barcelona para acercar por primera vez al país el mejor Helado Artesanal de Buenos Aires de 2019, y, dicen uno de los mejores helados de Argentina. El aterrizaje se ha producido en Rambla Catalunya con Gran Via, está la Gelatto Station BCN. Cada tienda de la marca tiene un concepto diferente y personalizado, y el de Barcelona es una estación espacial que ha llegado a la ciudad para traer helados extraterrestres.
Después de abrir 59 tiendas en Argentina, Lucciano’s ha empezado una expansión por Europa con su primera apertura en Roma, hace un mes, y ahora esta, en Barcelona. Los próximos pasos de la marca llevarán los helados a Málaga y Madrid. Por todo el Viejo Continente empiezan a extenderse sabores argentinísimos como el dulce de leche (del que tienen dos variedades) y sabores icónicos como el de chocolate belga, pero también sus famosos IcePops, polos con sabores como el de cookies y nata o el de avellana y chocolates blanco y negro.
Gran Via de les Corts Catalanes, 601
Baboia, helados made in CAT
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Baboia se define como una heladería de especialidad catalana porque todos sus productos son autóctonos y algunos de sus sabores te serán tan familiares como el de pets de monja, el de ratafía o el de turrón de Agramunt. También es made in Catalunya el nombre del local, Baboia, un homenaje a un antiguo juego catalán ya extinto; algo así como el ancestro de la ruleta. Pásate por su local del Born y si no sabes qué sabor escoger, deja que la baboia elija por ti.
Carrer del Canvis Vells, 2
Este artículo ha sido escrito a seis manos por David León Himelfarb, Helena Moreno y Antonio Pineda.
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